“Ansío con defender los colores del país donde nací”

Nació en Tarija pero prácticamente toda su infancia la vivió en Santa Cruz, donde se hizo hincha de Oriente Petrolero. Asistió a la Tahuichi y después de destacarse en varios torneos internacionales fue fichado por el Brescia, un modesto equipo italiano formador de futbolistas. Tras seis años en Europa, el gigante AC Milan decidió adquirir su ficha en 2,5 millones de euros.
Sebastián Gamarra Ruiz, llamado el Pirlo boliviano, como lo bautizó su entrenador, el exgoleador Filippo Inzaghi, es un hábil volante derecho que sueña con triunfar en Europa y jugar un Mundial con Italia o Bolivia.
De Bolivia a Italia, ¿con qué realidad se encontró?
Fue un cambio brusco, me encontré con otra realidad, era chico; por suerte el primer año tuve el apoyo de mis padres que me acompañaron. A partir del segundo fue más difícil porque se fueron, sufría por el apego a mi familia y a los amigos. Estar lejos de ellos fue complicado.

¿Y al Milan cómo llegaste?
Tuve la oportunidad de jugar dos temporadas en el equipo juvenil del Brescia, fueron campeonatos buenos para mí. Justo en un partido enfrentamos al Milan, se dio la casualidad que le marqué dos goles. Ahí desperté interés, hablaron con mis padres y siempre venía un empresario a verme, hasta que llegamos a un acuerdo.
¿Cómo fue la negociación?
El Milan compró la totalidad del pase; ellos pagaron casi dos millones de euros. El primer pago fue de 500 mil en efectivo y cedieron a otros dos jugadores más para completar la negociación (estaba tasado en 2,5 millones).

¿Cómo ves tu futuro?
Por el momento mi objetivo principal es debutar y quedarme en primera. Luego, si ellos deciden cederme a otro equipo, veremos, pero mi cabeza está centrada en el Milan, para ello es que estoy trabajando duro.
¿Sueñas con un Mundial?
Sí, es el sueño de todo jugador, quiero jugarlo y me voy a valer de todo para llegar hasta ahí, sea con la selección que sea.
Como todo jugador boliviano ansío en defender los colores del país donde nací, pero hasta el momento no he tenido la oportunidad de hacerlo. De todas formas seguiré trabajando como hasta ahora para tener algún día esa posibilidad. Jamás pierdo las esperanzas.