Sebastián Gamarra Ruiz, el ‘Pirlo boliviano’ como lo bautizó su entrenador, el ex-goleador y mundialista italiano Filippo Inzaghi, sueña con triunfar en Europa y jugar un mundial ya sea con Italia o con Bolivia. En un contacto vía teléfono con EL DEBER Digital contó su experiencia deportiva y deslizó parte de sus intimidades desde Milano, la capital de la moda italiana.
¿Cómo se da tu llegada a Italia?
Todo comenzó cuando era muy chico (niño). Yo entrené en la academia Tahuichi hasta los 10 años, a esa edad jugué un torneo en Brasil y terminé como goleador del campeonato. En ese torneo habían empresarios del Brescia (club italiano), ellos hablaron con mis padres y meses después partí a Italia, en 2008. Estuve dos años en el Brescia, soy tarijeño de nacimiento pero viví toda mi infancia en Santa Cruz.
¿Recordás cuántos torneos participaste con Tahuichi?
En muchos, jugaba de enganche. De alguien que siempre me acuerdo es de mi compañero Eduardo Vargas, nos criamos y jugamos juntos. Él juega en un equipo de la universidad, mantengo comunicación con su familia.
De Bolivia a Italia ¿Cuál fue la realidad que te encontraste al llegar a un país europeo?
Fue un cambio brusco llegar de la nada a Italia, me encontré con otra realidad, era demasiado chico, por suerte el primer año tuve el apoyo de mis padres que me acompañaron. A partir del segundo año fue difícil porque estaba sin ellos, sufría mucho porque soy apegado a mi familia y a los amigos. Estar lejos de la familia era complicado para mí.
¿Te gustaba Brescia, lograste compartir con bolivianos que radicaban ahí?
Sinceramente no salía para nada, iba solo a la cancha, al colegio y listo. Sí pude compartir con gente boliviana, en ese momento tuve de compañero en el Brescia a José Gutrie, un compatriota, que después de algún tiempo retornó a Bolivia.
Sebastián dio sus primeros pasos en el fútbol en la academia Tahuichi. Ahí estuvo entre el año 2002 y 2008
Hablemos un poco del Milán, ¿Cómo se da tu llegada a uno de los equipos más importantes de Italia y de Europa?
Gracias a Dios tuve la oportunidad de jugar dos temporadas con el equipo juvenil del Brescia, fueron campeonatos muy buenos los que realicé. Justo en un partido del torneo enfrentamos al Milán, se dio la casualidad de que le marqué dos goles. Luego de ese encuentro la gente del club rossonero se interesó por mi juego, hablaron con mis padres y siempre venía un empresario a verme. Luego llegamos a un acuerdo.
¿Cuánto pagó el Milán para contar con tus servicios futbolísticos?
El Milán compró la totalidad del pase al Brescia. Ellos pagaron casi dos millones de euros a la institución que me formó. El primer pago fue 500 mil euros en efectivo (4.441.959 bolivianos) y cedieron a otros dos jugadores más para completar el negocio. Estaba tasado en dos millones y medio de euros.
¿La gente del Milán se interesó por tus características de juego o por tus goles?
En el Brescia jugaba de enganche, ahora estoy en una posición más retrasada pero sigo teniendo libertad en el medio campo. No soy fuerte en lo físico, pero soy inteligente y técnico para jugar. Me dicen Andrea Pirlo (seleccionado Italiano).
¿Se te pasó por la cabeza jugar al lado de Pirlo?
Obvio, es mi ídolo, siempre lo veo. Sería un sueño jugar a lado de Pirlo. Hasta el momento no se ha dado de compartir con él, pero quisiera conocerlo.
¿Qué cosa admiras de Andrea Pirlo?
Su tranquilidad para jugar, hasta los partidos más importantes juega de la misma manera, me gusta ver esa tranquilidad que él transmite en la cancha.
¿Te gustaría llevar algún número en especial o no sos de escoger?
Ahora uso el dorsal 5, pero sinceramente no me importa el número que tenga en la espalda.
Gamarra estuvo 3 meses de prueba en el Barcelona pero optó por jugar para Brescia porque las condiciones eran mejores en el club italiano
¿Cómo está tu situación legal en Italia?
En estos momentos no tengo la nacionalidad, juego como comunitario. Recién voy seis años viviendo en Italia y para nacionalizarme tendría que vivir cuatro años más o casarme con una mujer italiana.
¿Cómo fue el cambio de Brescia, un denominado equipo chico, a uno de los reyes de copa italiano?
Fue un cambio que lo notas a simple vista, aquí en Milán es otra cosa, el equipo es grande, es mucha la diferencia. El Brescia es una sociedad pequeña que se caracteriza por formar y nutrir jugadores para los equipos grandes de Italia.
¿Qué te impresionó más del club rossonero?
Toda la organización que hay detrás. Siempre hay una organización impresionante. Eso fue lo que más me impactó.
¿Cómo es tu relación con el técnico del plantel Filipo Inzagui?
Llevo una relación normal como todos, tuve la oportunidad de tenerlo como entrenador en las divisiones menores, él siempre me dio la oportunidad de jugar y ser titular; es una buena relación la que tengo con él.
¿Fue Inzagui el que te puso el apodo de Pirlo boliviano?
Sí, fue él que le dijo a la prensa que yo era el nuevo Andrea Pirlo.
¿Cómo te ves a futuro, cuál es tu objetivo?
Por el momento mi objetivo principal es debutar y consolidarme en primera división con el Milán. Luego si ellos deciden darme a otro equipo veremos, pero mi cabeza está en el Milán.
¿Qué otro equipo te gusta en Europa?
Me encanta el Bayern Múnich, me gusta como juega, quisiera probar suerte en el fútbol alemán. Lo que quiero para mi futuro es jugar en un gran equipo de Europa.
Coméntanos sobre tu situación sentimental…
Estoy de novio, llevo cuatro años y medio con Cristina. La conozco desde cuando éramos compañeros de colegio. Me llevo muy bien con su familia, que se puede decir que es como mi familia italiana. Estoy enamorado pero no tengo planes de casarme, todavía (se ríe).
Se ve que estás ligado a Adidas ¿Cómo es el tema del patrocinio?
Lo del patrocinio con Adidas es personal, no tiene nada que ver con el club. Son tres años que vengo usando la marca y tengo contrato por tres años más. Ellos me dotan de todo lo necesario. Mis chuteras tienen el nombre de Giovanna y Juan Carlos, que son mis padres. También está la bandera boliviana.
La marca alemana Adidas equipa a Sebastián con todo lo que sea necesario para sus partidos
Volviendo un poco atrás, ¿Se te pasó por la cabeza debutar en algún equipo de Bolivia?
Cuando era chico sinceramente era hincha de Oriente, más que todo por seguirlo a mi hermano que era hincha de ese club. Quizás en ese momento me hubiera gustado jugar ahí, pero ahora no sigo los partidos de la Liga boliviana.
¿Te preocupa que haya pocos jugadores bolivianos jugando fuera del país?
Lo que todo el mundo piensa en Europa es que los jugadores sudamericanos no tenemos disciplina, que no somos buenos profesionales. Eso para mí es lo que nos falta, eso es lo más importante para una carrera profesional, sin eso no podés rendir. Gracias a Dios llegué chico y me cambiaron el chip. Me cuido bastante fuera de la cancha
¿Cómo es Sebastián Gamarra en cuestión de moda?
Me gusta vestir bien, no tengo alguna marca preferida, yo vivo en un internado acá en Milán y cuando me compro la ropa los demás compañeros corren a las tiendas a comprar lo mismo. Tengo buen gusto, estoy siempre bien a la moda.
Y de la gastronomía…, ¿qué te gusta?
Me gustan las pastas. Las pizzas con sabores extraños son ricas… hay platos raros que no sé ni los nombres pero son deliciosos.
¿Cada cuánto vienes a Bolivia?
Hasta el año pasado iba dos veces al año, ahora como estoy en el equipo reserva y también entreno en el de primera un poco más complicado, supongo que iré una sola vez.
¿Qué te gusta comer cuando estás en Bolivia?
Tengo una dieta que la cumplo hasta cuando estoy de vacaciones, pero me saco algunos gustos, me gusta la salteña, me encantan las empanadas. Después me gusta el majadito, el pato y el churrasco que hace mi padre; le sale buenísimo.
¿Te gustaría jugar un mundial, ya sea con Bolivia o Italia?
Es el sueño de todo jugador y me voy a valer de todo para llegar hasta ahí sea con la selección que sea.
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