Sebastián Gamarra entrena con el primer equipo del Milán de Italia

Probablemente pocos conozcan que actualmente en el Milán está jugando un boliviano de 18 años que se llama Sebastián Gamarra quien fue convocado por Filippo Inzaghi, actual entrenador del equipo, para que entrene junto al plantel de mayores en lo que fue una excepcional noticia para Bolivia y claro está, el fútbol sudamericano.
El joven jugador boliviano, Sebastián Gamarra, se encuentra entrenando con el primer plantel de jugadores del AC Milán de Italia.
El tarijeño fue convocado por el nuevo entrenador del equipo “rossonero” (rojinegro en italiano), Filippo Inzaghi, que lo dirigió en las divisiones inferiores del conjunto europeo, donde se lo conocía como el “Pirlo boliviano”, en referencia al mediocampista del seleccionado “azurro” (azulado en italiano).
“Hoy (por ayer), en el entrenamiento con el primer equipo...y un honor jugar con gente como ’El Niño’ Torres en el AC Milán”, publicó el tarijeño ayer en su cuenta de Twitter, donde también publicó las imágenes del entrenamiento del primer plantel del Milán. El joven jugador de 18 años, llegó a Italia el 2007 y desde entonces se encontraba jugando en las divisiones inferiores del Brescia de aquel país, en 2010 fue fichado por el AC Milán, donde estuvo tres temporadas al mando del ex delantero del equipo rojinegro, Filippo Inzagui. Este año Gamarra firmó su primer contrato profesional por 5 temporadas y acudió a su tercera invitación para entrenar con el primer plantel del equipo.
La primera vez que se vio interactuar al tarijeño con el primer plantel del equipo italiano, fue en la presentación del japonés, Keisuke Honda, como refuerzo del Milán. El talentoso jugador, nunca fue convocado a ninguna de las categorías inferiores del seleccionado boliviano ni militó en algún club nacional.

LO QUE COSTÓ...

El Milán AC pagó 700 mil euros y transfirió dos jugadores de su propiedad al club Brescia donde Ruiz había llegado el 2009 en compañía de su padre Juan Carlos Gamarra para probar suerte y después de mucho peregrinar se le abrieron las puertas.